viernes, 5 de agosto de 2011

REALIDAD ACTUAL DEL AGUA EN AFRICA

Los problemas derivados de la gestión del agua son particularmente agudos en el continente africano. La carencia de agua potable es responsable de graves problemas de salud en la población general y principal causa directa de la elevada mortalidad infantil en la región. La falta de infraestructuras, la dispersión de los recursos y el hecho de que la mayor parte de la población se asiente en pequeños núcleos rurales sobre una gran extensión territorial, dificulta de forma extrema la solución al problema de falta de agua potable. La deficiente gestión de las aguas residuales, la utilización de aguas subterráneas de baja calidad o la contaminación favorecida por el escaso control administrativo, son dificultades añadidas y a veces importadas. Los conflictos políticos son causa y consecuencia de todo lo anterior y contribuyen a enquistar el problema y a perpetuar el subdesarrollo.

Para muchas tribus y comunidades en África, el día de la Tierra que se celebró el 22 de abril, no fue un momento especial para pensar en actos ecológicos y en la conservación del agua; fue un día como los demás: una lucha por encontrar suficiente agua para sus cultivos, sus animales y sus familias. Y esa lucha puede convertirse en una batalla, ya que tribus que durante generaciones han convivido en paz en la ribera de África Oriental se están volviendo enemigas en la competencia por el acceso a este preciado recurso.

Campesinos y pastores con su ganado ahora necesitan atravesar mayores distancias en búsqueda de agua, a menudo invadiendo las tierras tradicionales de los demás. Es así que surgen los conflictos, y algunos terminan con derramamientos de sangre. 

EL LAGO TURKANA
El Lago Turkana es un personaje principal en la historia de los conflictos por el agua en África.  El 90% de sus aguas provienen del río Omo, y más de 500 mil miembros de tribus en Etiopía y 300 mil en Kenia dependen del lago para sus cultivos, pastoreo y pesca, de acuerdo con el documental de Abramson.

Durante los últimos 40 años, el lago se ha estado encogiendo debido a las cada vez más altas temperaturas de la región. Las aguas del lago se han retirado tanto que ahora el agua se ubica solo del lado de Kenia. Y para empeorar las cosas, el gobierno etíope está construyendo una represa en el alto río Omo.
El grupo Amigos del Lago Turkana está en primera línea tratando de detener el proyecto, aunque actualmente está suspendido por falta de fondos.
La represa tendrá un impacto catastrófico en el frágil ecosistema de la cuenca de Turkana. Reducirá el flujo del río Omo hacia el Lago Turkana, causando que el nivel del lago se reduzca 10 metros.
Los ecologistas señalan otra consecuencia grave: si se construye la represa, la salinidad del lago se incrementará y el agua se tornará no potable, lo cual también dañará la industria pesquera local. Los conflictos seguramente se agravarán.
Si las naciones africanas no encuentran una manera de comprender y resolver la crisis del agua, veremos más disturbios. Y esto no solo ocurrirá en el África subsahariana, sino en todo el mundo.

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