martes, 16 de agosto de 2011

Valor, uso e importancia del agua en las culturas antiguas


     La cultura del agua ha estado presente a lo largo del tiempo en todas y cada una de las antiguas civilizaciones que poblaron el planeta. El desarrollo de estas dependió en parte del agua; elemento indispensable para la vida, lo cual hizo que cada una de estas civilizaciones entendiera a su manera dicha cultura, desarrollando creencias, mitos, arquitecturas y un sinfín de elementos relacionados con el vital líquido.

Los egipcios.
     La cultura egipcia; una de las más brillantes y misteriosas en la historia, tiene una extensa relación con la cultura del agua. Su forma de vida se desarrollaba en torno al Nilo, lo cual les acerca de sobremanera a la cultura del agua.

     Tenían la creencia de que las fuertes lluvias que hacían crecer el río eran obra de la deidad del faraón, al cual mitificaban. Las aguas condicionan la vida de los súbditos y producirán bienestar y calidad a la vida a los mismos.


     Los egipcios supieron aprovechar muy bien los recursos del agua; la canalizan para el cultivo de la tierra y el cuidado de los animales, a la vez que les proporciona sustento mediante la pesca (convirtiéndose así en un medio de comercio e intercambio de culturas). También la utilizaban como elemento de ocio y relajación.

     La falta de agua la asocian a la pobreza, al desierto, al hambre... por ello cuidaban de mantener limpio el Nilo y alejadas las arenas del desierto.

Los griegos y romanos.
     En la Antigua Grecia se consideró el agua como el origen de la vida. Los dioses del agua siempre ocuparon un lugar privilegiado en la vida de los griegos, que a su vez adquirieron los romanos.

     El agua siempre estuvo presente de manera importante en la mitología griega y romana. Dioses como Poseidón: dios del mar. Las Náyades: hijas de Zeus y ninfas de los ríos, arroyos... que abandonan las aguas para danzar. Afrodita y Venus: nacidas del mar.

     Hay un mito que dice que Aquiles se bañó en la laguna Estigia, la cual proporcionaba la inmortalidad.

     Supieron aprovechar los recursos del agua con brillantez e innovación, dando lugar a construcciones de gran envergadura y belleza, tales como pantanos, acueductos, presas, termas, baños, canalización de aguas, usos para regadío... llegando incluso a crear una Ley de Aguas. También se les dio un gran uso recreativo desarrollando espectáculos acuáticos, áreas de recreo y ocio, fuentes, fontanas, etc.

Los musulmanes.
     Para el mundo islámico el agua es origen de la vida creada por Dios. Es un don de Alá y se la representa en un amplia cultura de la sabiduría. A su vez tiene un sentido de purificación tanto de cuerpo como de alma. Dar agua es ser piadoso, por ello la cultura musulmana otorga el agua como un bien público indispensable para todos, de esta manera es canalizada para que todo el mundo pueda hacer uso de ella y es llevada obligatoriamente a las mezquitas.

     Los musulmanes desarrollaron canalizaciones, crearon baños, fuentes, alcázares de enorme belleza. Crearon la figura del aguador, regadíos... Es muy importante cuidar del agua y no desperdiciarla, debido a su carácter de vitalidad. No debe ser contaminada. La lluvia es una característica de la divinidad.

viernes, 5 de agosto de 2011

REALIDAD ACTUAL DEL AGUA EN AFRICA

Los problemas derivados de la gestión del agua son particularmente agudos en el continente africano. La carencia de agua potable es responsable de graves problemas de salud en la población general y principal causa directa de la elevada mortalidad infantil en la región. La falta de infraestructuras, la dispersión de los recursos y el hecho de que la mayor parte de la población se asiente en pequeños núcleos rurales sobre una gran extensión territorial, dificulta de forma extrema la solución al problema de falta de agua potable. La deficiente gestión de las aguas residuales, la utilización de aguas subterráneas de baja calidad o la contaminación favorecida por el escaso control administrativo, son dificultades añadidas y a veces importadas. Los conflictos políticos son causa y consecuencia de todo lo anterior y contribuyen a enquistar el problema y a perpetuar el subdesarrollo.

Para muchas tribus y comunidades en África, el día de la Tierra que se celebró el 22 de abril, no fue un momento especial para pensar en actos ecológicos y en la conservación del agua; fue un día como los demás: una lucha por encontrar suficiente agua para sus cultivos, sus animales y sus familias. Y esa lucha puede convertirse en una batalla, ya que tribus que durante generaciones han convivido en paz en la ribera de África Oriental se están volviendo enemigas en la competencia por el acceso a este preciado recurso.

Campesinos y pastores con su ganado ahora necesitan atravesar mayores distancias en búsqueda de agua, a menudo invadiendo las tierras tradicionales de los demás. Es así que surgen los conflictos, y algunos terminan con derramamientos de sangre. 

EL LAGO TURKANA
El Lago Turkana es un personaje principal en la historia de los conflictos por el agua en África.  El 90% de sus aguas provienen del río Omo, y más de 500 mil miembros de tribus en Etiopía y 300 mil en Kenia dependen del lago para sus cultivos, pastoreo y pesca, de acuerdo con el documental de Abramson.

Durante los últimos 40 años, el lago se ha estado encogiendo debido a las cada vez más altas temperaturas de la región. Las aguas del lago se han retirado tanto que ahora el agua se ubica solo del lado de Kenia. Y para empeorar las cosas, el gobierno etíope está construyendo una represa en el alto río Omo.
El grupo Amigos del Lago Turkana está en primera línea tratando de detener el proyecto, aunque actualmente está suspendido por falta de fondos.
La represa tendrá un impacto catastrófico en el frágil ecosistema de la cuenca de Turkana. Reducirá el flujo del río Omo hacia el Lago Turkana, causando que el nivel del lago se reduzca 10 metros.
Los ecologistas señalan otra consecuencia grave: si se construye la represa, la salinidad del lago se incrementará y el agua se tornará no potable, lo cual también dañará la industria pesquera local. Los conflictos seguramente se agravarán.
Si las naciones africanas no encuentran una manera de comprender y resolver la crisis del agua, veremos más disturbios. Y esto no solo ocurrirá en el África subsahariana, sino en todo el mundo.